Capítulo 1: Abre los ojos

Salamu alaikoum wa rahmatullah.

Abre los ojos. Hablo en serio.

Hoy en día estamos viviendo (especialmente los jóvenes) una de las mayores epidemias (por no decir la mayor) que vamos a ver en nuestras vidas.

Es seguramente uno de los desafíos más difíciles y devastadores que hay.

¿Y sabes qué es lo peor de todo?

Que a parte de ser una epidemia silenciosa, discreta e incluso placentera, es la razón del estancamiento y el fracaso de millones de personas.

Entre ellas, muy seguramente, tú, que me estás leyendo.

Basta de intrigas y misterios.

La epidemia de la que estoy hablando son los malos hábitos.

Un ENORME porcentaje de la población está sufriendo en silencio por sus malos hábitos y adicciones conductuales.

Año tras año las estadísticas dan más y más miedo.

Repito, ESPECIALMENTE entre los jóvenes.

Aumenta el sobrepeso, las horas de consumo diarias de redes sociales, el consumo de la pornografía, empeora la situación y estabilidad financiera…

¿Y a qué se debe todo esto?

Malos hábitos con la comida, con la pornografía, con la tecnología y con el consumo y las compras.

Somos una generación metida hasta las orejas en la impulsividad, el consumismo y la mala gestión emocional.

Y para demostrártelo te diría que te metieses en el Tiempo de Uso del móvil y lo veas por ti mismo, pero tenemos el cerebro tan frito de dopamina barata que tengo miedo de que te vayas a verlo, te distraigas y olvides por completo este mail.

Estamos muy mal. Hablo en serio.

Y cuando digo estamos no quiero que pienses en la sociedad y tal, quiero que pienses en ti mismo.

Quiero que te des por aludido tú.

Porque eres tú el que sufre las consecuencias de sus malos hábitos.

Eres tú el que pierde tiempo, dinero, energía, concentración y conexión con Allah día tras día por las cosas que haces que no puedes para de hacer.

Y aquí os donde llega el gran problema respecto a los malos hábitos;

Hay miles de gurús, expertos, libros y artículos sobre como dejar tus malos hábitos, pero apenas profundizan en realmente cómo superarlos

Libros como Hábitos Atómicos de James Clear o El Poder del Hábito de Charles Duhigg son best sellers internacionales que lo único que te dicen es “esconde el móvil”, “pon bloqueadores de pornografía”, “tira la comida basura”, “deja de juntarte con tus amigos que fuman”…

¿Ya? ¿Eso es todo?

Porque mira, te voy a contar una cosa. Yo mismo he sufrido enormemente con mis malos hábitos y me han costado muchos años y muchas decepciones.

Me tenían atado de manos y pies sin poder progresar casi en absoluto en mi vida. Y tenía que hacer algo.

Después de pegarme años metiendo las narices en este mundo y estudiando sobre psicología conductual para entender por qué no podía parar… entendía una cosa.

Nuestros malos hábitos ocurren por 3 causas diferentes.

Y esas causas ya te las explicaré en otro mail, que si no no acabamos nunca.

Lo que quiero que entiendas ahora es que los malos hábitos que hacemos no son un problema.

“Pero espera Anas, llevas todo el mail diciendo que son una epidemia y que no sé qué”

A lo que me refiero, es que nuestros hábitos no son un problema. Son soluciones.

Malas soluciones. Pésimas soluciones.

“Soluciones desadaptativas” como se diría en psicología.

Pero soluciones al fin y al cabo.

¿Soluciones a qué? Te preguntarás

Soluciones a otros problemas. Generalmente, emociones negativas. Por ejemplo;

Algunos comen porque sienten ansiedad por sus estudios o trabajo.

Algunos pasan 13 h en el móvil porque no saben qué hacer con su futuro y no quieren pensar en ello.

Algunos consumen pornografía porque sienten una falta de propósito y sentido que les de dirección a sus vidas y llene su tiempo.

Algunos hacen compras compulsivas para anestesiarse de lo miserables que son sus familiares o sus matrimonios.

¿Ves por donde voy?

Los seres humanos aprendemos y reforzamos conductas que tienen una utilidad.

Si algo fuese inútil o únicamente dañino, no lo haríamos.

Tus malos hábitos obligatoriamente tienen una utilidad. Algo están “resolviendo” y tienes que descubrir qué es.

Esa es su raíz.

Y encontrarla será el primer paso para deshacerte de ellos.

¿Queda claro?

Pues ale, esa es la lección de hoy y quiero que te la grabes a fuego. Si no entiendes esto, no podrás dejar tus malos hábitos.

Antes de irte; me encantaría que inshaAllah respondieses a este mail diciéndome que te ha parecido y si te ha ayudado de alguna forma.

Dicho esto; te veo mañana bi idni Allah.

P.D.: Muy pronto anunciaré algo que ayudará a decenas de personas a deshacerse de sus malos de una vez por todas y establecer una estructura y una rutina en sus vidas. Si quieres tener acceso prioritario y no quedarte fuera, puedes unirte a la lista de espera aquí. ←