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Capítulo 5: El Secreto del Propósito

El mayor antídoto que existe para los malos hábitos

Este es el último correo de la serie. Es fundamental que lo leas hasta el final. Créeme, es por tu propio bien.

Capítulo 5. Llegamos al final del camino.

Hasta ahora te he estado explicando como tratar las emociones y el entorno para poder resolver tus malos hábitos de raíz, pero falta la última y más importante pieza del puzzle. El propósito.

Verás, los estudios de psicología conductual han descubierto uno de los dos factores de riesgo más relacionados con la adicción a la pornografía, por ejemplo, es la falta de propósito o sentido en la vida.

Y esto tiene todo el sentido del mundo. Te voy a explicar por qué.

Hace unos días uno de los alumnos de Jaami’at Al Qabilah me dejó esta pregunta:

Y eso mismo que ha dicho al final del mensaje es lo que necesito que entiendas.

Hábitos para llenarme un poquito la vida y evadirme de ella

Eso es lo que provoca la falta de propósito en la vida.

Cuando no sabes qué hacer, ni por qué hacerlo y no tienes ninguna razón convincente para intentar conseguir nada, tu vida se vuelve vacía.

Y no hablo de que tienes que saber el “¿por qué estamos en este mundo?

Como musulmanes ya sabemos por qué estamos en este mundo. Para adorar a Allah.

Pero no me refiero a eso.

Me refiero a que tienes que tener claro el qué hacer en este mundo mientras adoras a Allah y el porqué hacerlo.

¿Dónde vas a trabajar? ¿En quién te vas a convertir? ¿Qué quieres lograr? ¿A quién quieres inspirar o impactar? ¿Por qué quieres ser reconocido? ¿Con qué te quieres diferenciar?

Porque musulmanes somos todos.

Rezar, rezamos todos (o al menos deberíamos)

Ayunar, hacer dhikr, dar sadaqa, hacer zakat… todo eso lo hacemos todos. Es lo que nos “asemeja” como musulmanes.

Pero necesitamos lo otro. Lo que nos “diferencia” como personas.

Y cuando encuentras razones de verdad para hacer, conseguir, cambiar y transformarte… entonces ni tus malos hábitos pueden ser un obstáculo.

El problema está en que la mayoría de la gente no tiene un propósito, ni una ambición, ni un porqué.

Estudian lo que toca, trabajan en lo que toca y hacen lo que toca… y tan pronto como vuelven del trabajo, de la uni o de sus compromisos, ven que tienen por delante 8 horas de una vida que no saben hacia donde están llevando ni saben qué hacer con ella.

Y ahí, justo ahí, ante ese vacío, aparecen los malos hábitos, los excesos y la dopamina barata como un remedio oportuno para la falta de dirección que tienes en la vida.

Como no sabes qué hacer, inconscientemente coges el móvil y te pierdes durante horas en un scroll sin parar hasta que algo o alguien te obligue a hacer algo.

Como no sabes qué hacer, inconscientemente abres esa página prohibida y te pones a ver esas cosas hasta que alguien o algo te obligue a parar.

Y así con todos los malos hábitos.

Te acabas durmiendo porque “mañana trabajo”

Te acabas levantando porque “alguien te está esperando”

Te pones a rellenar papeleo porque “si no, me multan”

Pero nada nace de ti. No hay iniciativa. No hay dirección. No hay propósito. Y por eso mismo los hábitos que tienes no quieres desaparecer.

Porque llenan el vacío que tú no has querido o no has sabido llenar.

Los psicólogos saben, basándose en entrevistas motivacionales que se han hecho con pacientes, que para que una persona deje un mal hábito o una adicción tiene que tener una MUY BUENA razón para dejarlo.

Una razón más fuerte, más satisfactoria y más plena que cualquier placer que reciba de ver pornografía, de ahogarse en redes sociales o de atiborrarse con dulces y comida basura.

¿Y sabes por qué es importante que tengas un propósito para dejar tu mal hábito?

Porque cuando dejas un mal hábito o una adicción cada hora y cada minuto estarás pensando en coger el móvil, en darle un bocado a ese pastel, en “desahogarte” una vez más, en apostar los últimos 20 € de la cartera…

Cada minuto estarás sufriendo queriendo volver a esos malos hábitos.

Pero solo con un propósito sólido podrás cruzar ese río.

Solo a través de un propósito sólido encontrarás la fuerza necesaria para luchar contra esas ansias que sentirás día tras día.

Y estoy seguro de qué habrás visto esto miles de veces en Instagram.

¿A cuánta gente con obesidad y trastornos alimenticios has visto ponerse en forma porque no quieren morir y perderse la vida de sus hijos?

¿A cuánta gente has visto dejar las drogas y tener éxito en los negocios porque sus madres estaban enfermas o porque sus familias contaban con ellos?

¿Crees que para ellos no era difícil dejar eso? Probablemente les era más difícil dejar eso que a ti dejar tus malos hábitos.

Y aun así lo consiguieron.

Porque tenían un “por qué”. Porque querían convertirse en una mejor versión de ellos mismos y no era negociable.

Porque tenían un propósito.

Y hasta que no te sientes y encuentres quién quieres ser y por qué es importante que lo seas y qué quieres hacer y por qué es importante que lo hagas…

… Dejar tu mal hábito se hará muy, muy difícil.

¿Queda claro?

Dicho esto. En el próximo correo sellaré este tema y te traeré una solución para ayudarte a salir de ese mal hábito.

Una solución no, LA solución.

La solución con la que conseguirás gestionar tus emociones, rediseñar tu entorno y encontrar tu propósito. La solución con la que desharás ese mal hábito que te encadena.

Y otra cosa, las plazas serán limitadas y estarán por tiempo limitado.

Solo los que están en la lista de espera tendrán acceso prioritario y podrán asegurarse su plaza. Puedes inscribirte en la lista de espera aquí ←

Te veo en el siguiente correo.

As-salamu alaikoum wa rahmatullah