El Cuarto Paso: La Inmersión

Te prometo que tu trabajo dará resultados, tan solo deja de interrumpirlo

Salamu alaikoum wa rahmatullah.

4º día, 4º correo. Quiero creer que los que no se toman en serio estos mails no habrán llegado hasta aquí, así que hoy me ahorro el aviso. Doy por hecho que estamos todos aquí presentes para aprovecharlo.

Bienvenidos de nuevo a las 7 bases fundamentales del progreso.

Hoy nos toca la 4ª base. La Inmersión.

Si le pido a ChatGPT que me defina la inmersión me dice esto:

Inmersión: estado de trabajo profundo, sostenido y sin interrupciones en una única tarea mentalmente exigente, durante un bloque de tiempo definido, con atención total y progreso visible.

ChatGPT

Hermosa definición.

Una vez más le ha dado al clavo. Ma 3andi man tsalu.

En los anteriores 3 correos vimos que para empezar a progresar de verdad hacia tus objetivos hace falta:

  • Cambiar tu identidad y convertirte en una nueva persona, alineada y coherente con el futuro que quieres construir

  • Definir un plan de futuro claro, tangible, sostenible, medible y accionable con el que sepamos que tenemos que hacer cada día y cada semana durante los próximos 2 años

  • Eliminar y neutralizar todas las causas mentales, físicas, internas y externas que puedan llevarnos a abandonar nuestra constancia y disciplina, echando a perder nuestro progreso.

     

En cada mail te he explicado con bastante detalle como hacer cada una de estas cosas.

Pues ahora llega el siguiente paso que necesitarás si quieres que tus objetivos se cumplan.

El hecho de ser capaz de dedicar bloques de tiempo de forma ininterrumpida a tus objetivos.

El hecho de poder sumergirte, literalmente, en tu trabajo o proyecto. Eso es La Inmersión.

Sea que quieres memorizar el Qur’an, montar un negocio, aprender una habilidad, dominar un idioma… vas a tener que verter tiempo en ello. Y verterlo bien.

Y cuando digo verterlo bien me refiero a soltar 1, 2, 4, 8 o 12 horas al día en tu objetivo.

Porque solo de esa forma conseguirás construir “carrerilla” y dar grandes tajadas a tus objetivos.

  • Tu día tiene 24 horas.

  • Si quitamos 8 horas de dormir (que ojalá la gente durmiese 8 horas completas) quedan 16 horas.

  • Si trabajas 8 horas diarias, te quedan 8 horas.

  • Si quitamos 4 horas entre quehaceres, compromisos, comer, ducharse, rezar… te siguen quedando 4 horas.

De esas 4 horas no puedes estar dedicando 15 minutos a los objetivos más grandes de tu vida y 3h45 a las distracciones que sean que se te pasen por delante.

Es una falta de respeto a ti mismo y un acto desleal hacia tu futuro.

El futuro es para aquellos que dirigen su atención con intención.

Tienes que ser capaz de usar tu atención como un foco. Fijo en un solo punto. Que ilumine bien aquello que deseas.

No como unas luces de feria. Que parpadean 2000 veces y cambian de color otras 3000, pero no alumbran nada decentemente.

Te recuerdo una vez más; El futuro es para los que dirigen su atención con intención.

“Pero Anas, yo cada vez que quiero hacer algo me distraigo 30 veces y al final no hago nada. ¿Qué puedo hacer al respecto?”

Ya sabes como va esto. Papel y boli.

Verás, si quieres conseguir atención y concentración plena en tus tareas durante grandes bloques de tiempo ininterrumpido, necesitarás lo siguiente:

(⚠️ Aviso: No te centres en aplicar lo que pone en este correo si no has aplicado todo lo que dijimos en los anteriores correos. Esos pasos van antes que este por una razón. Son la base para que esto funcione)

  1. Elimina la ambigüedad por completo.
    No puedes despertarte por la mañana y decir “a ver qué hago hoy”. En ese vacío de incertidumbre es donde el cerebro te arrastra a hacer cosas más placenteras, más fáciles y con las que estás más familiarizado. Por ejemplo: Responder a la llamada de tu amigo, meterte a ver reels, seguir viendo la serie que te recomendaron o ponerte a hacer recados para tus padres.

    Empieza los días sabiendo exactamente qué tienes que hacer, que tienes que conseguir y como tienes que hacerlo. Para eso planea cada semana y cada día de antemano.

  2. Distingue la tracción de la distracción.
    Cada cosa que haces o te empuja hacia tus objetivos (tracción) o te aleja de ellos (distracción). Parece obvio, pero no lo es. Las cosas buenas también pueden ser distracciones si son en el contexto incorrecto.

    Responder mails, pagar facturas, pedir citas, recoger tu habitación, ponerte a ver videos “de beneficio”… no son cosas malas, pero si no son lo que tenías intención de hacer, entonces son distracciones. Tienes que cerrarle la puerta a estas cosas.

    El trabajo profundo se consigue con intención. No por accidente. Tu intención debe ir hacia tu tarea. 1 sola. Todo lo demás sobra.

  3. Entiende esto: la distracción, a menudo, nace de dentro, no de fuera.
    La mayoría de veces no te distraes “porque hay Instagram”, sino porque hay malestar emocional: aburrimiento, ansiedad, incomodidad, estrés, etc. Y tu cerebro intenta evadirse distrayéndose con lo que tenga a su disposición.

    Si no identificas ese malestar que sientes ni gestionas esas emociones negativas que acumulas, vas a seguir culpando al entorno de tus distracciones mientras repites el patrón sin parar.

  4. O empiezas a hacer bloques de tiempo o no hay inmersión.
    Si tu tiempo no está estructurado, vas a acabar haciendo “cosas” pero no lo que importa.

    Usa Google Calendar, Notion Calendar, Motion App o el calendario que más te guste. Yo uso Motion App. El caso es que creas horarios y bloques de tiempo intencionados para ti, tus relaciones y tu trabajo. Y cuando digo bloques, digo bloques. Con hora de inicio y fin. No listas de tareas cutres que te guste tachar.

  5. Arquitecta tu Entorno.
    Aunque hayamos dicho que las distracciones nacen de dentro, siguen necesitando un punto de salida externo. Si tienes notificaciones invadiendo tu móvil, aplicaciones innecesarias en él, tonterías en tu escritorio, consolas que no van a aportarte nada sustancial… estás jugando a la ruleta rusa con tu cerebro. Le estás poniendo el caramelo en la boca y le estás diciendo de no comérselo.

    Tienes que ser esencialista y minimalista con tu lugar y momento de trabajo. Sea tu lugar de memorizar Qur’an, de escribir un libro, de crear contenido, de contactar clientes, de entrenar… no dejes NADA excepto ESTRICTAMENTE lo que necesites para trabajar.

  6. Empieza a decir que “no” a casi todo lo que se mueve.
    Tu tiempo es un tesoro preciado. Pero no solo un tesoro preciado para ti. Es un tesoro apreciado para todos los que te rodean. Algunos quieren tu tiempo para no sentirse solos, otros quieren tu tiempo para que les hagas favores, otros quieren tu tiempo para entretenerse…

    Tu tiempo es un tesoro destinado a ser robado a menos que lo protejas. Para ello vas a tener que empezar a decir que no a casi todo y todos. Especialmente los compromisos y las personas que no sean urgentes y extremadamente importantes.

    Vacía tu vida. Hablo en serio. Si quieres conseguir algo digno con tu vida, vacíala de todo lo que no sea fundamentalmente importante para ti y para tu futuro. E incluso de las personas que son importantes para ti vas a tener que empezar a soltarles “noes” más a menudo. Vas a tener que empezar a poner barreras, límites y condiciones a la gente.

    Si tienes miedo de “enfadar” u “ofender” o “sentar mal” a los demás… 🤷🏻‍♂️. Espero que disfrutes vivir tu vida como un siervo conveniente para otros.

Estas lecciones son más que suficientes para que las apliques cuando toque y sigas llevando tu vida hacia delante.

No será fácil aplicar esto.

No será fácil “domar” tu atención.

No tendrás días perfectos la mayoría de las veces.

Pero vale la pena. Creéme que vale la pena.

Cuando puedas poner 2,3 o 4 horas al día, de forma comprometida en tirar tu vida en una sola dirección. La mejor dirección. Entonces verás florecer tu vida con el fruto de tu esfuerzo.

Un esfuerzo repetido, profundo y constante.

Y eso es lo que estamos buscando.

En fin, no me enrollo más. Espero que este correo haya servido su propósito inshAllah.

Te veo mañana otra vez. Mañana tocará la 5ª base del progreso: La Revisión.

Nos vamos acercando al final. Espero que esté valiendo la pena.

Pero antes de irte… ya sabes. Si este mail te ha resultado de valor, agradecería muchísimo que me respondas a este correo diciéndome qué te ha parecido.

Salamu alaikoum wa rahmatullah 🫡.