No estás tan “roto” como crees

Quiero que entiendas una cosa.

Si no estás avanzando en tu vida, no es porque no lo desees. Es porque no actúas como si lo deseases.

Es decir, no lo demuestras. No cumples. No te comprometes.

Y sé que tus padres y tus colegas te dicen que es porque “eres un vago” o “no eres disciplinado” o porque “no tienes la misma mentalidad que esos”

Sé que te hablan y te hacen creer que estás “roto”. Que tú simplemente no estás hecho de esa pasta.

Pero te aseguro que no es así.

Porque yo también estuve en ese lugar, escuché esas palabras y creí las mismas cosas sobre mí mismo.

Yo también me sentí roto.

Pero la realidad es que tu indisciplina, se puede deber a muchas cosas distintas.

Igual es porque no tienes claridad, o experiencias suficientes, o los conocimientos necesarios.

Igual es porque no sabes ni qué quieres conseguir en primer lugar.

Y no es tu culpa. Pero como digo siempre, es tu responsabilidad.

Y estás pagando un precio, cada vez más grande, por quedarte parado.

Cuanto más tiempo estás parado, más te acostumbras a ello.

Créeme, no necesitas una charla motivacional “potente”.

Porque por mucha potencia que tenga tu motor, no conseguirás atravesar una pared de acero.

Lo que necesitas es entender tu problema.

Cuál es la verdadera causa de tu parálisis.

Tienes que resolver la ecuación de tu estancamiento.

Y si eso te parece complicado… créeme. Te prometo que no eres el único.

Se puede salir de ello.

Y si quieres saber cómo, muy atento a mis historias de Instagram.

Te veo (muy) pronto.