- Ar-Risala
- Posts
- Notas Mentales: No Diriges Tu Vida
Notas Mentales: No Diriges Tu Vida
La triste realidad de vivir en piloto automático
El otro día una alumna me dijo lo siguiente:
“Estoy intentando dejar el mal hábito de utilizar el móvil y perder el tiempo en redes sociales, pero a la mínima que hay un imprevisto o algo me sale mal, me frustro y me meto inconscientemente a las redes sociales”.
Cuando le pregunté a esta alumna por qué te metes a las redes sociales cuando te ocurre algún imprevisto, me dijo:
“Es que creo que no tengo capacidad de adaptación. No me sé adaptar a los imprevistos”
Y aquí es donde quiero darte un consejo a ti que me estás leyendo.
Estoy seguro de que en tu día a día no paras de tomar decisiones; que sabes que no tienen sentido, que sabes que no te benefician, pero que aun así sigues tomándolas.
Fijo, vaya.
Y luego cuando llega la noche te preguntas a ti mismo:
“¿por qué he perdido tanto el tiempo?”
“¿por qué he comido tan mal?”
“¿por qué he cometido este pecado?”
“¿por qué siempre vuelvo a caer en lo mismo y no aprendo nunca?”
Y la respuesta es simple:
No eres tú el que cometo los mismos errores de siempre, es el sistema el que repite los mismos errores de siempre.
Y te preguntarás: ¿a qué te refieres con el sistema? ¿No irás a soltarme cosas raras sobre que si la Matrix y no sé qué?
No tranquilo.
En lo que te lo explique verás que tiene todo el sentido del mundo.
El sistema son los condicionamientos que has estado recibiendo desde siempre para actuar como actúas, hablar como hablas, y reaccionar como reaccionas.
Puede que lo parezca o puede que no, pero todos los seres humanos somos como una especie de ordenadores que repiten los mismos programas que se les ha instalado desde hace tiempo.
A algunos de nosotros se les ha instalado la idea de que no merece la pena esforzarse por las cosas porque siempre acabarán saliendo mal.
Otros se les ha instalado el comportamiento de buscar dopamina barata a través del móvil, la comida basura o la pornografía cada vez que tengan un obstáculo enfrente en sus vidas, como un proyecto demasiado difícil o una discusión con su pareja.
A otros se les ha instalado el miedo constante de que van a ser traicionados o abandonados por su pareja o amigos y necesitan buscar constantemente validación emocional.
Todo esto que te estoy poniendo como ejemplos es lo que se conoce como “condicionamientos”
Por una parte, tenemos condicionamientos que nos ayudan a progresar en nuestras vidas y a cumplir nuestros objetivos y, por otro lado, tenemos condicionamientos que están haciendo todo lo posible por sabotearnos.
Pero lo que quiero que entiendas, es que estos condicionamientos no los has elegido, los has aprendido en algún momento de tu vida de forma consciente o inconsciente.
Algunos te los han inculcado tus padres, otros te los han inculcado tus amigos o compañeros, otros los has aprendido como reacción a algún evento desagradable o traumático que has vivido… pero ninguno lo has elegido.
Tu sistema son tus creencias, tus hábitos, tu identidad y tus estándares.
Y ahora viene la pregunta del millón: ¿cómo hago para superar el sistema?
Excelente pregunta.
El sistema se supera de una sola manera.
Siendo consciente de él. Así de simple.
Muchos preguntan por qué hago cosas tan estúpidas si sé que son estúpidas.
Pues porque no eres consciente de ellas. El sistema se ejecuta desde la inconsciencia. En piloto automático.
Mientras tú no tomes el control de tu propia mente y tus propias acciones, quien tomará el control es el sistema.
Los condicionamientos que has estado acumulando durante años de tu vida empezarán a funcionar en segundo plano.
Y es exactamente por eso que no te das cuenta de los errores que cometes hasta después de haberlos cometido. Porque mientras los cometías simplemente estabas yendo en piloto automático.
Y aquí es donde quiero compartirte la técnica que yo mismo utilizo personalmente para no caer en “el sistema”.
Quiero que cada mañana, cuando te despiertes después de haber rezado el Fajr y estés listo para empezar tu día, dediques 15 minutos a apuntar:
Cómo te sientes
En qué punto estás en tu vida
Qué es lo que tienes por delante esperándote ese día
De qué manera lo vas a cumplir
Simplemente apúntalo en un papel y harás que todas las cosas que están inconscientemente desordenadas en el fondo de tu cabeza pasen al frente y seas consciente de ellas.
De la misma manera, por la noche quiero que tomes 15 minutos antes de terminar tu día y apuntes:
Cómo ha ido el día
Cómo te has sentido durante el día
¿Has cumplido lo que te habías propuesto? ¿Por qué?
Qué es lo que te espera mañana
Te impresionará lo mucho que puede cambiar tu vida cuando simplemente decides ser consciente de lo que sientes y de lo que haces en lugar de dejar que “el sistema” tome el control de tu tiempo y de tu vida.
Así que ya sabes, a partir de ahora pasa tu vida del segundo plano al primer plano y toma el control de lo que haces y lo que piensas.
Y antes de irte me gustaría preguntarte; ¿qué te ha parecido este mail? ¿Te ha servido?
Responde a este mail diciéndome qué te ha parecido. Me encantaría leer tu opinión y escuchar tu feedback. Lo apreciaría muchísimo.
Y ahora, sí que sí, dicho esto, nos vemos en el próximo correo.