Nuestra generación está condenada

“Solo aquellos que entienden la trampa consiguen salir de ella”

Hay algo que lleva despertando mi curiosidad desde que tengo uso de razón. Y estoy seguro de que si me das un par de minutos de tu tiempo puede despertar tu curiosidad también.

Es realmente fascinante.

Desde pequeño siempre he mirado con ojos de curiosidad a la gente que hacía cosas…“peculiares”. Al menos peculiares para mí.

La gente que rompía cosas cuando se enfadaba y la gente que parecía que nada le alteraba.

La gente que fumaba y la gente que no tocaba una droga en su vida.

La gente que comía demasiado y la gente que no comía apenas.

La gente que le daba completamente igual los estudios y la gente que no pasaba un día sin revisar el temario.

Los hombres que eran fieles a sus esposas y los que parecía que no podían tener la bragueta subida más de una semana seguida.

Da igual. El caso es que era absolutamente curioso con todo aquello y aquellos que no entendía.

Y recuerdo que desde pequeño mi mente me decía: “¿cómo puede haber gente tan similar y tan diferente a la vez?”

“¿Cómo puede ser que lo correcto sea tan evidente, pero que tanta gente haga lo contrario?”

“¿Cómo puede haber gente protagonista de su propia vida y gente que es su propio peor enemigo?”

¿Curioso no?

Pues no lo entendía.

Y a diferencia de los demás, a mí nunca me sirvieron esas respuestas de: “es que ese es así”, “es que ese está loco” o “es que hay gente que es tonta, hijo, que le vas a hacer”

O la clásica: “Hadak rabbi khal9u hakka”

¿Cómo que es así? ¿Cómo que está loco? ¿Cómo que es tonto?

¿POR QUÉ?

Tiene que haber un porqué y necesito saber cuál es.

Necesito saber por qué la gente hace lo que hace, es como es y toma las decisiones que toma. Y no quiero que me respondas con una etiqueta, sino con una explicación. Si no tiene sentido no me sirve.

Y una conclusión a la que llegué fue: Nadie sabe responderme, porque nadie entiende lo que ocurre en su cabeza. Por eso vivimos como vivimos. Porque no nos entendemos.

¿Y qué me dije a mí mismo? Pues que si consigo entender lo que ocurre en mi cabeza, podré ser dueño de ella y no su esclavo.

Y así fue como la curiosidad que alimentó mis preguntas desde chico me acabó llevando con el tiempo a los terrenos de la psicología, la neurología y la mente humana en general.

Y lo empecé a ver ya no como una herramienta con la que entender a los demás, sino como una herramienta para entenderme a mí mismo, sobre todo.

¿Por qué hago lo que hago? ¿Cómo puedo cambiarlo? ¿Cómo puedo educarme y condicionarme para ser la mejor versión de mí mismo?

Si consigo entender y hackear mi mente, podré hacer que me guste estudiar, o entrenar, o memorizar Qur’an, o dejar de ser tímido, o ser disciplinado…

Podré tener mejores hábitos, mejores decisiones, mejores pensamientos, mejores creencias, mejor vida.

Las posibilidades eran infinitas. Y quería descubrirlas.

Han sido 7 años desde entonces. 7 años de mucho aprendizaje. He descubierto cosas sobre mí que me han dejado loco. He cambiado mi vida como si de un videojuego se tratase con el permiso de Allah.

Ahora mismo, a mis 25 años, llevo 3 años casado, feliz, con un negocio exitoso que me llena, viviendo en mi acogedora casa en Dubai y en el último par de meses he perdido 10 kg de grasa de camino a mi físico ideal.

Y no te digo esto para hacerme el chulo ni mucho menos. Te lo digo porque esto hace unos años me parecía igual de surrealista que a ti. Pero repito; quien entiende su mente cambia su vida.

Ahora le enseño a tanta gente como puedo a hacer lo mismo. A entender su mente, corregir sus conductas y a cambiar sus vidas.

Recientemente, dentro de la academia online de Jaami’at Al Qabilah he publicado dos cursos clave para mover tu vida en la dirección correcta:

• Cómo descubrir tu propósito y saber qué hacer con tu futuro

• Cómo dejar de una vez por todas tus malos hábitos y tu adicción a la dopamina

Probablemente 2 de los problemas más críticos de nuestra generación. 2 trampas que la mayoría no entienden ni saben como salir de ellas. La incertidumbre y la dopamina barata.

Pero como dije al principio del correo: “Solo aquellos que entienden la trampa consiguen salir de ella”

Y yo vengo, entre otras muchas cosas, a enseñarte cómo salir de ellas.

Pero no me gusta enseñar las cosas de cualquier manera.

No me gustan las etiquetas, me gustan las explicaciones.

Recuerda que de pequeño no me gustaban las respuestas a medias. Me dejaban más confundido que otra cosa.

Pues para ti quiero lo mismo. Respuestas que te iluminen, explicaciones que te guíen y soluciones que te ayuden. De verdad y de una vez por todas.

Y si no me crees mira esto:

Pero eso no es todo. Mira lo que han dicho los integrantes de la academia en estas últimas semanas:

Y no vengo a decirte esto por nada, sino porque dentro de 6 días cerraré el acceso a la academia.

Solo quedan 6 días.

En menos de una semana dejará de funcionar el botón de suscripción. Y no es broma.

En mi época del jahiliyya escuchaba a Nicky Jam decir: “Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”

Pues yo te digo: “Uno no sabe lo que se pierde hasta que lo tiene”

Eso es lo que le pasa a la gente con la academia online de Jaami’at Al Qabilah.

Cursos, formaciones, contenidos exclusivos, sesiones en vivo cada sábado, resúmenes de libros todas las semanas, una comunidad de hermanos y hermanas en el mismo camino que tú… en fin. Que más quieres que te diga.

No voy a gastar muchas más palabras en este mail porque no creo que haga falta.

Aquel que es sensato y quiera cambiar a mejor sabrá ver la oportunidad.

Aquel que no, en 6 días se le cerrará la puerta en la nariz y volverá otra vez a YouTube a buscar soluciones que nunca le han servido.

La decisión es tuya. Las consecuencias también.

Te veo dentro, o no.

Tic, tac…

Accede a la academia online aquí antes de que cierre ⭠