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¿Qué le pedirías al rey si te recibiese en su palacio a diario?

Tus deseos están más cerca de lo que crees

Alabado sea Allah únicamente y las oraciones y la paz sean con aquel después de quien no hay profeta. Oh Allah, bendice y concede paz y bendiciones a nuestro amado profeta Muhammad, a su familia, a sus compañeros, y a aquellos que le sigan con virtud hasta el día del juicio.

Oh Allah, enséñanos lo que nos beneficia, y benefícianos con lo que nos enseñas. Guíanos, guía a través de nosotros y haznos una causa para los que son guiados.

A continuación

En la Risala de hoy me gustaría que jugásemos a imaginar por un momento.

Será corto, lo prometo.

Imagina por un momento al rey o al gobernante que más te guste.

El que quieras.

Mohamed VI, Felipe VI, Tamim Ibn Hamad, Muhammad Bin Salman o Carlos III. Me es lo mismo.

Imagina sus riquezas, su poder, su influencia, su autoridad

Consigue lo que quiera de quien quiera en el país.

Y ahora, imagina por un momento que ese mismo rey o gobernante CADA NOCHE abre las puertas de su palacio para ti.

Exclusivamente para ti.

¿Te quedarías dormido en casa “porque es tarde” o irías?

Irías.

Estoy segurísimo.

Y te hago otra pregunta. Si el rey te dijese “Pide lo que desees, yo te lo concedo…

¿Qué le pedirías?

¿Tienes ya tu respuesta pensada?

Bien, pues ahora dejemos de imaginar. Tengo algo que decirte.

Hay alguien que está por encima de cualquier rey, sultán, emir, gobernante o presidente.

Alguien cuyo reino es eterno y cuyo dominio no acaba.

Alguien a quien no le afecta el sueño ni la fatiga.

Es Allah subhanahu wa ta’ala.

Y para serte sincero; ni Mohamed VI, ni Felipe VI, ni Tamim Ibn Hamad, ni Muhammad Bin Salman ni Carlos III te van a abrir las puertas de ningún palacio en ninguna noche.

Pero Allah sí.

Aquel que vela, controla, provee y protege todo lo que conoces e ignoras, sí que te dice “Pide lo que desees, yo te lo concedo…

Abu Huraira informó: El Mensajero de Allah , dijo: "Nuestro Señor Todopoderoso desciende al cielo más bajo en el último tercio de cada noche, diciendo: ¿Quién Me invoca para que Yo le responda? ¿Quién Me pide para que Yo le dé? ¿Quién busca Mi perdón para que Yo le perdone?”

Fuente: Sahih al-Bukhari 1145, Sahih Muslim 758 / Grado: Muttafaqun Alayhi (autenticidad acordada) según Al-Bukhari y Muslim.

Así es. Allah exaltado sea, en el último tercio de la noche busca a quien le solicita provisión, quien le pide perdón y quien le expresa arrepentimiento.

Allah alabado sea, se apresura a cumplir los deseos de sus humildes siervos.

Aquellos que a pesar del calor de sus camas y la calidez de sus mantas se despiertan, hacen el wudu y suplican a su creador.

Aquellos que abandonan momentáneamente la comodidad de sus lechos para buscar el perdón de su señor.

¿Cuántos de nosotros podemos decir con orgullo “Yo soy uno de esos”?

¿Cuántos de nosotros atendemos la llamada de El Proveedor y El Misericordioso?

Preferimos quedarnos con el móvil hasta tarde y por la mañana retozarnos en la cama calentita hasta el último minuto que podamos.

Y por eso estamos como estamos.

Estamos como estamos porque a la invitación del rey iríamos sin haber dormido siquiera, mientras que a la llamada del rey de reyes y señor de los mundos preferimos cerrar los ojos y posponer la alarma.

La gente cree que el éxito en el mundo viene con sistemas, tips y consejos para la productividad, la calidad de sueño y el rendimiento físico.

Pero lo cierto es que el mayor factor que va a contribuir a tu éxito en este mundo y el siguiente es tocar a la puerta del disponedor de los asuntos. Allah, enaltecido sea su nombre.

Ese es el éxito asegurado.

Ese es el camino que hay que recorrer.

Y ahora… Te propongo un reto:

Te reto a que durante lo que queda de semana te levantes 20 minutos antes del Fajr y reces 2, 4 o 6 rak’aahs. Las que quieras. Y en cada sujood pídele a Allah lo que sea que desees.

LO QUE SEA.

Espero un mensaje tuyo para este domingo (10/12/2023) en el DM de Instagram (@al.qabilah) diciéndome que notas que ha cambiado en tu estado de ánimo y en tu vida.

Veamos cuántos son los sinceros que se presentan a la llamada de Allah ﷻ.

Antes de que me vaya quería pedirte un enorme favor que te costará muy poco insha’Allah.

Si te sientes en deuda con Al Qabilah de alguna manera por el valor que hay en este mail, te pido por favor que ayudes a que este valor llegue a otro hermano o hermana musulmán/a. Compártelo en historias, en Twitter, en WhatsApp o donde tú más prefieras.

Tal vez seas la causa por la que Allah ayude a otro hermano/a con este contenido y seas recompensado/a por ello. El profeta dijo “el que guía al bien es como el que lo hace” — Sunan At-Tirmidhi

Confío ciegamente en tu buena voluntad y en tus ganas de ayudar. Baraka lahu fik/i

Gracias una vez más por decidir consumir nuestro contenido y confiar en nosotros.

Cualquier cosa incorrecta que haya dicho, sabed que el error es mío y de Shaytan, y Allah y su profeta están libre de él.

¡Nos vemos de nuevo en la próxima carta!

Jazakumu Allahu Khayran wa Salam u alaikoum wa rahmatullah!